jueves, marzo 29, 2007

Espectador XVIII




¿Todos los días grises son tristes?
Parece una constante, pero basta que levantar un poco la cabeza.
Abrir los ojos y descubrir todo aquello que permanece dormido por nuestra obstinada pasión por las baldosas.

7 comentarios:

mi otro yo dijo...

Sin dudas que no todos los días grises son tristes y cuanta razón tenes al decir "obstinada pasión" ya que últimamente son mucho más las miradas que siguen las baldosas que las que prefieren perder en miradas.

Te dejo un beso

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

sol: Es como estar de novio porque sí. Hay un mundo fuera de lo predecible. ¿Acaso cuál es el temor?
¿Qué se nos corra el piso? De última, caeremos.

Abrazo Rockero

Anónimo dijo...

Arriba hay otro mundo, el de las terrazas, el de los balcones, un día viaje en camioneta acostada en la caja, es re loco tratar de ubicarse solo por lo que se ve desde ese punto de vista...
Bogonauta.

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

bogonauta: Me pasó eso, de niño. ¿Estamos todos cortados con el mismo molde?

Abrazo Rockero

Diego... dijo...

Aprendí a guiarme por las sombras y contrastes de los árboles por la noche en Villa Los Cohiues (Bariloche). donde no había luz artificial. Una villa de artesanos. Fue todo un logro para mí, pero sinceramente ese don lo perdí en capital. Vamos tan apurados que tenemos miedo de pisar una baldoza mal y caernos. Todos sabemos que a más velocidad la caída se hace más violenta.

Diego... dijo...

Ahora para qué el techo corredizo en los autos, si solo lo miramoscuando estacionamos. Más de 5 minutos no, porque me aburre estar quieto...

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

Diego: Aún tengo complejo de che pibe, corro las calles, salto los autos, esquivo los peatones.
Pero observó, aún me queda tiempo para eso.

Abrazo Rockero