Señores y señoras, hagan sus apuestas.
Yo le doy 24 hs. para que empiece a circular la versión.
Claro, que también puede usarse su presunta defunción para enmascarar un pacífico retiro a orillas del más cálido de los océanos; previa estadía por las deliciosas manos de un cirujano plástico que lo habría dejado igualito (igualito) a Brad Pitt en el Club de la Pelea. Eso sí, con campera militar.