En algún punto, hemos dejado de ser humanos.
Nos comportamos como una plaga, hambrienta, en expansión que chupa y chupa, que come y traga sin masticar todo a su paso.
Donde antes era verde, ahora es gris, super poblado.
Saturamos todos los espacios que encontramos libres, los contaminamos con nuestro hedor y nuestras falsas necesidades.
Pero un día vendrá un sismo. Las enfermedades encontrarán defensas bajas en muchos puntos descuidados.
Correrá sangre.
El olor a muerte se convertirá en una bruma espesa sobre nuestras cabezas. Algunos pocos tendrán el futuro en sus manos. Lucharán por limpiar el pasado. Mas no podrán, su esencia los traicionará. El Virus que nos persigue como especie, que nos constituye.