Hay tipos que nacen con la gloria atada, otros que no saben ni de nudos marineros. A estos últimos se los mete en un barco y alta mar los recibe, atormenta y colapsa.
El colapso puede entenderse como la saturación de una situación. El colapso es un lapso de cola, de orto, suerte, fortuna, que a unos les dura la vida entera y a otros descremada o en fracciones.
Fraccionado el ánimo, dividida la auto-estima y multiplicado el desgano, sabemos que no hay suerte para estos sujetos, por más grande que tengan el ano.
A no desanimarse, entonces, a no desesperar jamás, Gloria es una mina que a muchos cautiva y a varios se trinca por atrás.