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domingo, julio 22, 2007

Ruta

Tampoco hay mucha opción.
Se sale o se entra, se mira o se evade.
Pero está, y siempre estará esperándonos.

jueves, abril 05, 2007

El Escuerzo

"Me cuesta tanto ser comprendido que a veces resulto peligrosamente expresivo. Por eso, de los gatos tengo la curiosidad que, algún día, será mi ocaso. ¿Acaso lo niego? Más no soy detective mujeriego, pues como espía soy todo un sistema activo de riego."

Ahora a la distancia, ni gracia me causa haber traspasado esa estancia en plena vacuna lactancia.
Resulta in creíble, como esos sedentarios mamíferos infunden miedo en uno con, tan sólo, mirarlo.
Porque, aunque usted no lo crea de Ripley, al menos, crealo de mi. Que le digo, y asevero, la verdad sobre esa punzante daga que simboliza la frialdad ocular de un ternerito que luego será costillar y luego, desecho de nuestro organismo.
Pero uno no mira la cacona, perdón por el término, con temor. Bueno, según sus dimensiones.
Me estoy desviando del curso de este río. Y sepa, me Río de Janeiro de sólo recordar esta anécdota que aún no comienzo a detallar. Porque si de entrar en detalles hablamos, yo soy un experto. Amo los detalles más que a mis detalles en sí mismos. Porque yo sin ellos sería una gran generalidad y, sabemos, que uno no puede ni ser media tinta ni tinta completa. Un poquito de cada cosa está bien. Sino, le repito, sabemos, usted y yo, todo se estiraría por tangentes o tirantes y nunca llegaríamos al núcleo. Lo cual se torna aburrido. El relato digo.
Eso, el estiramiento, a mi no me pasa. Si algo me caracteriza es ser conciso, maciso, indeciso a veces sí, pero no siempre. Porque la indecisión, mi amigo, mi amiga también, no se sienta discriminada, es un mal humano y yo, el que habla y tipea al mismo tiempo, no me considero un simple terrícola. Creo ser más que eso, por eso tomo agua Ser y no cargo Shell, cargo ESSO.
Aunque no siempre, a veces me confundo y me mareo. Pirata en tierra siente lo mismo, luego de horas de travesía, sin amor ni 'puesía.
Purque convengamu', qué gaucho 'pueta creó 'puema u historieta en el Cementerio de Colón de Entre Ríos sentado con el pantalón hecho una grieta.
Ninguno. Seguro.
Y usted, cual gaucho de la pampa distraída, esa que lo mira como de reojo, sin saberlo rengo o cojo, seguro se ha perdidu' en el camino, mirando ese ternerito, creyéndolo un sanguichito a la mostaza y no ha visto lo que mis ojos vieron, desorbitados más luego, al sentarse por el cansancio mis piernas, apoyando todo lo que tata dios me regaló por trasero en el primer escalón de un sepulcro, siendo yo grosero, por no pedirle permiso al Escuerzo, que sin duda ni vuelteretas, no meo mis ojos, pero, sí, saltó encima mío para pegarme un julepe tremendo y estremecer hasta la más dormida de mis tetas.

Historias de Viaje - Diciembre / Enero - 2006 / 2007

viernes, enero 26, 2007

jueves, enero 04, 2007

Miércoles 27 de Diciembre de 2006

...
Retroceder a veces es dar más de un paso hacia adelante.
¿Cuántas veces fui terco?
Si algo está marcando mi camino, son las contradicciones de mi propio modo de proceder.
Permitirme parar, solo oir y reaccionar en mi contra.
Estoy formando un cambio.
Todo crimen tiene algo de melancolía, sobre todo si la víctima es uno mismo.
Sentir lo que es morir y renacer.

Estoy en Misiones hace algunas horas y comienzo a entender muchas cosas.
Dejo de luchar contra la corriente, mi travesía terminó.
Lo acepto.
el regreso esta lleno de ideas, que puliré con el transcurso de las líneas.

Martes 26 de Diciembre de 2006 - Parte II

...
Pero la fortuna tiene precio.
Yo sabía cual era el costo y estaba seguro de saldarlo.

21:30 hs.
En la noche, en medio de una estación abandonada y un comedor con luz, pero cerrado.
Ví el resplandor de una televisión encendida.
Mientras Los Simpson entretenían a su juvenil público, yo golpeaba el vidrio.
Un chico, de unos 14 años y pelo enrulado, con algo de asombro y un poco más de temor, me comunicó que estaban fuera de atención. Me indicó donde podía conseguir agua fresca.
Tras ir por ella, escuché otro ruido de motor y puertas cerrarse.
Eran los dueños del comedor.
Con gran asombro y alarma me pidieron que me retirara.

No los culpo, adentro estaban sus hijos y yo no tenía el mejor de mis aspectos.
Por suerte, a pesar de mi cansancio, pude dialogar con él.
Al explicarle de donde venía, se solidarizó conmigo y me brindo comida.
Dejando bien en claro, que no podía pasar la noche allí.

8 km. me separaban de la estación donde ya llevo una hora.
Fue una prueba de fuego.
Caminé contra mano todos los metros que me separaban, con mi linterna a dínamo de vendedor de tren.

Son increíbles los sonidos de la noche, los peligros ocultos.
Ciegos mis ojos, ciega mi conciencia.

Pensé en nachi, no una sino mil veces.
Tentado de llamarla estuve, tras la cuota de valor que su voz me otorgaría para impulsar mi cuerpo.
Pero caminé, cegado por la convicción que me hizo dar cada paso.
Aún quedan muchos.
La prueba ya pasó.
Si buscaba algo en este viaje, ya lo encontré.
Yo sólo, como nunca me había pensado.

Martes 26 de Diciembre de 2006 - Parte I

...
Ayer fue un día agotador.
Quizás el día clave de mi viaje.

Me desperté temprano y emprendí viaje al Parque Nacional El Palmar.
Caminé bajo el sol a través de la ciudad de Colón, en dirección a las termas.
Al salir pasé por dos pueblos: San José y Villa Elisa.
Aproximadamente caminé 21 km. fuera de Colón y otros 12 km. hasta el cruce hacia Concordia.
Realmente quedé destruído.

...
Pasadas las 15 hs. y luego de hacer 5 km. más, me levantó Roberto. Un residente de Abajay.
Tuve fortuna. Al llegar al cruce, me dí cuenta que caminé abriéndo mis pasos al menos 15 km del camino hacia mi destino. Algo verdaderamente desmoralizante.
Roberto, que viajaba con sus hijas, me dejó en la puerta de El Palmar.
No resulta complicado imaginar que encuentra uno allí dentro.
Palmeras y más palmeras.
El próximo refugio dentro del parque: 12 km.
Al llegar al km 5, me encontré con un desvío producto de las recientes lluvias.

...
Me quedé sin agua, eran las 17 hs. y el camino de regreso fue eterno.
Me puse la mochila de gorro, la arrastré y mantuve una severa charla con ella.
Si no cooperaba, se quedaba.
Así de clarito.

Cuando logré salir del parque, cargué mis dos botellas con agua. Turbia es poco decir, pero realmente tenía sed.
De ahí en más, esperé dos horas hasta que cayó el sol.
Mis ojos vieron pasar todo tipo, color y modelo de vehículos.
La tarde caía, busqué un lugar donde dormir.

Me acosté mirando el cielo y los autos pasar.
Lo curioso fue mi falta de miedo o cualquier sentimiento negativo.
Creo que todo lo que me ocurre, forma parte de una decisión que asumí sin ninguna contravención.
Fue así, que divisé a lo lejos el enésimo camión transportador de aves.
Hacía rato que no pasaba nadie, no lo había notado.
Me incorporé por reflejo.
El sonido encantador de la caja, luchando por detener la arremetida marcha del camión.
Así conocí a Juan, un enamorado de su vida y de su esposa.
Hicimos una crónica con el al volante y nos contamos nuestras historias.
Me despidió con buenos augurios sobre mi travesía.
Juan no solo me sacó de las afueras del Palmar, sino que atravesó Concordia y me dejó cerca de Federación.

Domingo 24 de Diciembre de 2006

...
Es extraño.
Estar en el medio de una celebración, siendo sólo un espectador.

...
El día de hoy ha pasado rápidamente.
Es la primera vez en mucho tiempo que me siento solo, verdaderamente.
La costumbre podrá acomodarme y distraerme, pero de lo que siempre me he quejado, ya no me acuerdo.
Mañana me espera todo un día de caminata, a lo largo del Palmar.

Sábado 23 de Diciembre de 2006

...
Han pasado algunos minutos de la 1 de la mañana.
El destino, Gualeguaychú.
Estimo que alrededor de las 5 a.m. estaré llegando.
Mi idea, es pasar allí todo el día y evaluar cuanto tiempo me demandarán los lugares que me interesan conocer.
Tengo que conseguir un mapa, definitivamente.

13:37 hs.
He caminado muchos kilómetros desde la terminal, atravezando la costanera y el puerto, hasta las termas.
Me he dado cuenta que la única imposibilidad es el tiempo.
A punto de desatarse un temporal y con todo el día por delante (aunque oscuro está) no sé que camino me conviene tomar.
Si voy al corte de ruta me desvío y no tengo paradas intermedias.
Si decido dirigirme hacia Concepción y Colón, debería recorrer todo el camino de regreso con la amenaza del granizo.

...
Pasadas las 22 hs. ya estoy en Colón.
Llegué por la tarde, luego de pasar por Concepción.
Colón me trae recuerdos.
Se asemeja a San Pedro.

Cronista Móvil - Parque Nacional Iguazú











La Garganta del Diablo









Tren a Circuito Superior










Cataratas









Saltos

Cronista Móvil - Puerto Esperanza

Cronista Móvil - Hoja de Ruta

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