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viernes, octubre 12, 2007

El Fundador

Estaba, yo, sentado, ahí.
Recuerdo, casi con nostalgia, como ayer, tu presencia.
Repaso, releo, y no puedo entender como me abandonaste en ese momento, en el peor, el más crucial de mi obsoleta existencia.
Se, porque si, que hubiera sido distinto. Todo.
¿Pero qué podía hacer yo?
Imaginate, dale. Ponete un poquito en mi lugar.
Porque si hay una cosa que nunca hiciste fue eso. Y me la banqué. Le dí para adelante. Aceptando el desafío y los títulos endosados.
Ladrillo por ladrillo fui adjuntando para, luego, pintar de un color medio afeminado y medio estridente, cada casita, cada ventanita.
Me hiciste falta en el peor momento y no bajé los brazos, aún más, tuve que elevarlos para bajar a ese puto pajarito que piaba de felicidad un "oh, que lindo está quedando todo".
Te esperé hasta el último suspiro, yendo al comedor a inspeccionarte en el espejo. Y nada. Impávida, indiferente. No surgiste.
Entonces, que se yo. Tengo que admitirlo. Esas cancionetas alegres se me fueron pegando, las tarareaba por lo bajo, eran pegadizas, viste. Pero fue sólo al principio, no creas que a mi todo se me hizo fácil. Que no sufrí. ¿Sabes?
Que no sufro cuando me acuerdo.
Mirá, no me hagas ni recordar.
Bastante tengo, ya. Cada vez que paso por la entrada del pueblo, de verdes jardines, de sonidos, juglares y mariposas pelotudas que se pegan cada tortazo por ir pensando en algún novio.
Este pueblo, buenaonda, alegre, pizpireto, que yo mismo tallé, a veces carmín y otras rubí, el mismo que no debería exisitir si vos, cara de culo, hubieras hecho una mueca, absurda, irremediable, pero mueca al fin, para evitarlo y evitarme el ardor en el cuello por llevar esta pesada llave.

lunes, abril 09, 2007

Argentina, un país siempre al borde

Estoy tratando de re-estructurar mi cabeza, de hacer sólo cuando tengo ganas. Cuando sirve.
Mis palabras son inútiles si las disparó por acto reflejo.
Pero situaciones límites se producen todos los días.
¿Por dónde empezar? ¿Por mí ánimo? ¿Por el del país? ¿El de la gente?
Voy a ordenarme, algunas cosas requieren seriedad, serenidad y disciplina.
Justamente, adjetivos que este país no tiene.
Resulta, para mis 26 años, muy difícil trazar líneas de pensamiento.
Yo, no soy de los que piensan que se tienen que ir todos, que este país es una reverenda basura, que todo se pudre y se pudrió hace rato.
Estoy en contra de la muerte, de los asesinos, de la violencia, en cualquiera de sus estados no naturales. De la falta de razón o su mala aplicación, de la indisciplina.
En fin.
¿Todo esto de dónde surge?
De vivir el día a día. Una experiencia dolorosa. Repleta de carencias, con amnesia de respeto.
¿Cómo ordeno esto? Se me torna imposible.
¿Estado-Pueblo? ¿Política-Poder-Violencia? ¿Gobierno-Policía-Iglesia-Piqueteros-Civiles?
Ya no sé realmente quién tiene la culpa, intento teorizar.
Los liberados
Pero me entero que a Ceci le roban. La maltratan y uno tiene, encima, que agradecer por haberla sacado barata. ¿A quién? ¿A Dios? ¿Al presidente o a los policías que liberan determinadas zonas?
Y no es porque sea mi amiga, porque de hecho no lo es. Es conocida, compañera, lo que sea. Es animal humano, como cualquiera de nosotros y tiene que soportar el miedo del pos arrebato.
Pero la bola no se detiene.
Porque el poder que les da ser liberados, freepass para el boliche del delito, dueños, amos y señores de la calle, no sale de la nada. No es divino, sino humano.
¿Ningún político lo sabe?
¿Cómo puede ser? Yo lo sé, ustedes lo saben, ellos lo saben, vos lo sabes.
Los Reaccionarios
Mi amigo RallyFederal, me decía que está cansado, que hay que salir a prender fuego.
Yo también estoy cansado, de votar al menos malo, de llorar muertes, de tragar impotencia y de que me metan el dedo por donde se les plazca.
¿La solución es armar molotov? No, che. No lo creo.
¿Cómo terminaría esto? Nunca, se desatarían verdaderas guerras civíles donde perecerían muchos. Bastantes inocentes. ¿Acaso eso hoy no pasa?
¿No siguen los muertos y desaparecidos en democracia?
¿Quién maneja el país? ¿Los políticos?
El Pueblo
Mal llamado pueblo.
En Argentina no existe está clase de agrupación, precisamente porque no existe coherencia, cohesión.
Somos una suma de individualidades que se mueven por ecos.
Y esas ondas sonóras se compran por un pancho y una coca.
Yo no me creo más ese chamuyo barato que dice que el pueblo se cansó, que irá a la plaza, que levantará la casa en andas.
Porque lo único que sabe hacer ese pueblo es armar bardo, activarse cuando a alguien le pasa algo. Primeros presentes en la lista del desmán.
Este Pueblo al cual me refiero, está agazapado, esperando que le ofrezcan dinero o promesas huecas para ir a derrocar al Político de turno. Al cual votaron, muchos seguramente, pero que el rival de turno odia.
Se mueven como moscas, saltan de excremento en excremento.
Los Culpables
Siempre viven en el poder.
No importa que se los haya votado, tarde o temprano se los criticará como a cualquier hijo de vecino.
¿De quién es la culpa? ¿Quién los vota?
Somos una manga de llorones, porque votamos a quienes después derrocamos.
Y la tenemos bien merecida, por votar al menos malo, al menos ladrón.
¿Y de eso quién levanta la mano y se hace cargo?
Por mi parte, pienso que es la educación que heredé.
Yo no tengo la culpa de todo lo sucedido antes de 1980.
Pero después sí. Por dejarme llevar, por falta de ideales.
Porque a un país que lo gobiernan cada cuatro años rivales tras rivales, tipos que se venden por cualquier billete, profesionales de la mentira y las falsas promesas, qué tipo de idea, de línea de pensamiento se puede seguir.
Ninguna. Por supuesto.
Porque ni nosotros la tenemos clara. Sólo sabemos que al que votamos luego repudiaremos y, ya no sé si por convicción o por seguir a un cardúmen cada vez más politizado.
Los Intocables
Es muy fácil definir este sector.
Seguramente, cada uno, con su padrino.
Son mafias, así se manejan. Sin temor a morir, sin respeto por nada ni nadie.
¿Qué los mueve? Un misterio, dónde la droga y la indigencia quizás se mezclen. Aunque nunca para justificar ninguno de sus actos.
Pero siendo intocables, no se los puede combatir sino digerir.
Se saben las zonas de acción y los fines que persiguen, pero nadie los detiene.
Así, me entero que pasan estas cosas. De mi ex laburo, de una persona que bien podría ser yo mismo.

Y de las cosas que seguro no nos enteramos.
Como muchas otras que no sabemos.
¿Qué es la policía?
¿Quienes son los piqueteros?
¿Qué somos? ¿Qué queremos?
¿Hacia dónde vamos?
Argentina, un país siempre al borde.
Dónde cualquiera hace lo que quiere.

Dudas existenciales



¿Porqué en las manifestaciones pacíficas, los piqueteros llevan palos?



¿Porqué cuando el pueblo se moviliza no lo hace anónimamente? Quizás como pueblo, y no con banderas de pertenencia.



¿Cuándo será el día que podamos disfrutar de la Plaza de Mayo?
¿Cuánto falta para que el próximo presidente reflote la idea de la aeroisla y de paso mude al Rosada allí?



Hoy en HORABARBARIE, FMLaBoca, de 22hs a 23hs FM90.1, armaremos un debate que sería piola que escucharan.
Dónde ninguna respuesta ni conclusión maravillosa llegará, porqué estamos perdidos. Todos.
Vos, yo, ustedes.
Hay que encontrar un rumbo, urgente.
Pero nadie se hace caso.
En este jardín que tenemos por país, todos quieren reinar y se olvidan de gobernar.