De la oscuridad nació el ruido y, también, la exaltación.
Todos agitaron los pasillos, la sala y la habitación.
Que se sabía y otros no querían enterarse,
que lo esperaban antes y prefirió anticiparse.
De la luz nació la ceguera y también las sonrisas.
El miedo de abrazar algo tan frágil, lo centró en un pasamanos a toda prisa.
La espera de algún sonido había pasado,
más si el quería llegar nadie había consultado.
Todos agitaron los pasillos, la sala y la habitación.
Que se sabía y otros no querían enterarse,
que lo esperaban antes y prefirió anticiparse.
De la luz nació la ceguera y también las sonrisas.
El miedo de abrazar algo tan frágil, lo centró en un pasamanos a toda prisa.
La espera de algún sonido había pasado,
más si el quería llegar nadie había consultado.