
Entre tanto barullo, y arte mal concebida.
Allí yace él, apacible, espectante.
Felino muchas veces criticado.
Víctima de un prejuicio de la frialdad y del desprecio.
Mucho se dice de ellos, repudiados hasta el extremo.
Mi profesora de Análisis Literario, decía que son suaves y caminan entre bombas sin detonar ninguna.
Los míos vinieron fallados.