Un cachorro tironea.
El árbol, muy fuerte para su prepotencia y esa torpeza de cachorro, de labrador alegre y pispireto.
Todo él.
Que alimento balanceado, que arroz con carne.
El cachorro devora, traga, no mastica, no saborea porque es cachorro.
Pedirle que madure es como pedirle al río que no fluya.
Pero el cachorro un día estira una rodilla y se le pianta un muslo, no de toro porque hay uno sólo, otro día la barbilla acusa más alegría y las canas evidencian que el reloj ha pegado más de una vuelta.
El cachorro mira el árbol. Comprende que jamás podrá tirarlo.
Camina, uno, dos y tres pasos. Se suelta de la correa y camina.
Ya no corre.
Vuela.
8 comentarios:
Me haces emocionar, hijo de puta...
No te hagas el Harry el duro, que a vos te cabe... en una de esas.
Gracias, amigo!!!.
Saludos, ahora desde Lima... en una horas Quito. (no podria quedarme... Quito... :P).
ljt:
Felicidades viajero.
Barranquería queda bajo custodia.
niñoespina
Se llama crecer eso...Bha eso dicen.
Carito:
Ese cachorro que se fue, espero vuelva.
Aunque un perro volador...me suena a drogadicto.
Sabrá ljt.
niñoespina
Volverá seguramente cachorro crecido y quizá drogadicto.
Había un tema que era el gato volador o yo estoy drogada?
Carito:
Me Re suena gordi, re.
Igual, seguro que estás drogada.
niñoespina
besos al cachorro
Tsuki:
Besos con Visa.
Por las dudas.
niñoespina
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