Pase Libre - Consumidores ahora pueden drograse

La Noticia que, hace ya un tiempo, venía mentandose ha llegado a su punto de cocción justa.
No se perseguirá más a quiénes consumen drogas, sino que, como dijo Aníbal Fernández, el Gobierno comenzará por apuntar a los vendedores.

"La orden es no perseguir más a los consumidores", señaló el titular de la cartera política en declaraciones realizadas al diario Página 12 y a Radio 10.

¿Se imaginan? Esto es un cambio estadístico en el marketing mundial. Ya vislumbro re-ediciones de discos de Bob Marley, incluso a Marley viajando a Jamaica de la Cabeza.
La Londres del Río de La Plata ya tiene niebla, ahora libertad.

Fernández manifestó que la legislación actual hace que "se termine yendo por el adicto, y cuando hacemos grandes decomisos nunca cae un pez gordo, nunca se le pega ni en el medio ni en la cúpula a este esquema de narcotráfico".
"El perejil es el más fácil de agarrar", argumentó Aníbal Fernández.

Dotadas de gran simbolismo, las frases del ministro ruborizan hasta a la mas recatada boliviana verdulera.

Pero, queridos amigos, lectores y chucherileros, se preguntan, como yo, el funcionamiento de este ingenioso nuevo método.

Veamos un ejemplo:

Inspector Antidroga Camuflado: ¿Qué hacé' pibe, todo guey? (Nótese el léxico implementado por el especialista)
Guachín Consumidor: Si papi, todo raso, todo liso. ¿Queré'?
Inspector Antidroga Camuflado: Epa, epa, epa, epa. ¿Me estás ofreciendo de ese "Porrito" que te estás fumando?
Guachín Consumidor: ¿So otario o que, ciruja radioactivo? Eté 'e pa' mi, pa' mi mismo. Yo te toy convidando del ladrillo 'e merca sobre el cual me aposento.
Inspector Antidroga Camuflado: Epa, epa, epa, epa. ¿Me estás ofreciendo de ese tarrón de azúcar (guiño, guiño) sobre el cual te sentas?
Guachín Consumidor: Cuchame, vo' tene meno gracia que que bola 'e fraile sin dulce, te falta pan rayado para hacerte el milanesa. ¿Queré o no queré? ¿Somo o no somo amista nosotro?

Informe del Inspector Antidroga Camuflado
Después de una agradable velada con mi, ahora, personal amigo de la vida, puedo decir que no he detectado maldad en él, ni ánimo alguno de comercializar su "Porrito", el cual fumó con bronca gracias a mi perturbadora presencia.
Aún, simulando ser del palo no gesticuló animosidad alguna por convidarme.
Puedo deducir que consume por derecho propio.
El Azúcar es muy pesada, aunque creo que lo que me cayó mal fue el capuchino.