Tenía 13 años y miedo. Lo pensaba cómo algo inevitable.
"Tengo que hacerlo" me decía a mí mismo mientras caminaba las 15 cuadras que me separaban del lugar.
Tarde o temprano iba a tener que pasar así que mejor dejar de lado el pudor y la vergüenza y mandarme de una vez.
El día, la hora, el precio y el lugar estaban fijados de ante mano hacía un tiempo y no podía ser tan cobarde de echarme atrás. Además, si no lo hacía mis amigos no iban a dejarme nunca en paz. "Cagón" me dijeron la última vez, cuándo suspendí a último momento. Claro para ellos era fácil decirlo porque todos tenían ya varias experiencias.
Mi viejo e incluso mi hermano me dijeron que sólo tenía que relajarme, cerrar los ojos y dejarme llevar; que yo no tenía que hacer nada que estaba en manos de una profesional y que cuándo me quisiera acordar ya habría pasado todo. Juraban y perjuraban que aunque fuera la primera vez no iba a dolerme nada. Capaz un poquito de impresión pero nada más.
Yo temblaba. Observaba todo sin pestañar. El lugar estaba limpio, como corresponde a estos lugares. Buena luz, buen aroma y hasta una tranquila música de fondo. Traté de relajarme y pensar en el después. En la sonrisa de oreja a oreja que tendría en la boca.
Minutos después la puerta que hasta entonces permanecía cerrada frente a mí se abrió y salió un pibe, más o menos de mi edad. En su cara todavía quedaba un poco de susto pero se le notaba también la tranquilidad del que cumple con su deber. Pasó a mí lado y por lo bajo murmuró "la que te espera hermano" me guiñó un ojo y desapareció.
La puerta había quedado entreabierta y desde adentro se escuchó la voz de una mujer "El que sigue...”. La recepcionista sonrió y me dijo "Seguís vos, entrá tranquilo. Es rápido y ni lo vas a sentir"
Tenía trece años y miedo. Era mi primera vez. La primera vez que me hacían un tratamiento de conducto.
5 comentarios:
Maravilloso!!!
El dentista! que gran trauma, es verdad que hay que relajarse...
Después, de grande una no se deja meter cualquier cosa a la boca, y todo gracias al dentista!!!
Beso con enjuague bucal.
Bogonauta.
Maravilla, Bucal.
*Anónimo: No me lo diga a mí.
*Bogonauta: De grandes somos más bocones. ¿La culpa quién la tiene?
Abrazo de Blog.
Temo. Al dentista. Al desarraigo. Y al desvelo.
Temerosa.
*Carito: Y usted habla, jovencita, como si supiera mucho del texto.
Sabrá que dice, pues.
Abrazo de Blog.
Publicar un comentario