jueves, abril 19, 2007

Tiempos Violentos

Cuando tu papá crece, te das cuenta que ya nadie podrá defenderte ante una riña o, en el mejor de los casos, podrás observar que elevar tu puño quizás sea más efectivo que el suyo.
De todos modos. ¿Para qué molestarlo por el malhumor de un sediento prepotente o la reacción impulsiva de su hijo?

No hay comentarios.: