martes, enero 16, 2007

Viejos Pagos

Ex casa de familia.










Siempre va a ser mi casa, aunque la vendan.
Eso me dice mi madre.
Me pregunto cuál es el límite sobre nuestra propiedad sobre las cosas.
Me respondo, el sentimiento que uno posee.
Así creemos nuestro algo que ya no tenemos, alguien a quien hemos perdido.
No hay razón cuando se siente, esto suena lógico.
Me fui de Belgrano con papá, mamá y hermano.
Hoy los sigo teniendo, pero la óptica ha cambiado.
Como ver desde el balcón dónde curse la mitad de mi carrera, en el cual incendiamos una pc con errante. Bueno, fui yo solo y mi terco espíritu.
Desde ese balcón donde salivar era divertido, ver el partido de Excursionistas era el clásico y espiar vecinas un secreto.
Hoy, el garage de enfrente tiene parches por el granizo. Cada uno de los cuales fue colocado por el Gallego, su dueño.
La arboleda tapa el estadio villero y las vecinas quizás, ya casadas, habiten otras moradas.
El balcón sigue ahí, dejó ir un estudiante y recibe un diseñador.
La nostalgia de de ver para atrás y querer recrear un sólo momento.
Me asomé.
Miré hacia abajo y escupí.

3 comentarios:

Unknown dijo...

¿Le parece bonito, eh?
Yo te advertí y vos la incineraste.
Cordialmente,
Yo.

silvia camerotto dijo...

escupamos juntos.

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

errante: Es cierto. Qué extraño, que vos me ganes en olfato. Quizás porque estabas mas cerca del piso que yo.
Como siempre.

sil: Suena tan fácil, y a veces se nos secan los labios.