viernes, octubre 06, 2006

Devaluación

Buena parte de los últimos tres años, he transitado mi situación laboral con total negación.
Alocado, me ví embarcándo navíos imprudentes.
Hoy, a un mes de la resolución, tan sólo a un mes de mi nuevo ritmo, gano la mitad y tengo el doble de tareas.
Antes eso, también, era motivo de queja.
Ahora soy feliz.


(Obviemos la última palabra, no sea cosa que mi ciclotímico espíritu me juegue una mala pasada)

2 comentarios:

mi otro yo dijo...

espero que las tultimas palabras duren
Besos

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

sol: Duran, sólo que suelo confundirme. De puro pelotudo nomás o de emfermo.

Pinchazo!