jueves, septiembre 29, 2005

Ciudad vs. Pueblo

Cuando ingresas a un pueblo se nota.
Sos porteño.
Esa identidad que a vos te enorgullece, allí te delata. Es un cartelito, un prejuicio, un castigo, un karma que arrastras y que los “pueblerinos” te hacen notar de por vida.
¡Racismo!
Te critican porque estás a la moda, sos fashion. Aceptalo, no podes vivir sin la marca tatuada en tu piel. Vivís de lo que está en onda y al grito del mercado.
Los primeros síntomas se manifiestan cuando:
1. A llegar, ves que estos vetustos del Under poseen marcas caras que vos mismo usas invirtiendo todo tu sueldo para pertenecer a la tribu urbana. Pero ellos se te cruzan a Ciudad del Este, son mersas.
2. No te entra en la cabeza como hacen para vivir sin play station, sin cine, sin shoping, sin boliches, sin smog…Pero llegaran los cines y los boliches... aunque claro, vos lo viviste primero.
3. Te vas de vacaciones a Brazil, carnaval, sol, playa y arena. Y ellos te invaden con sus mallas fuera de onda y calzado re out. Ellos además viven más cerca, es como si vos te fueras de vacaciones a Olivos. Que grasa gordo!
4. Si acá usas pulsera de silicona, allá son cultores de las de tela y sólo te llenas de tierra colorada cuando terminás tu clase de tenis con el profe del country. Re in.
5. Las Fiestas, la música. ¿Dónde está el brit pop y los sonidos tecno de la niu generation?
¡Por Dios!, esto es lo menos, me vuelvo a la metropolis.

Pero te hacés grande y esos lugares tranquilos te gustan. Te hacés una “escapada”, no sea cosa que piensen que queres establecerte allá.
Te quejabas del pueblo chico y los rumores veloces, pero consumís Caras, Gente, Rial, Lucho Avilés y siguen las firmas.
Encima sale lo nuevo de la tele moderna, y te encierran en una casa para que vean todo lo que haces (¿?) y decís; y para que cumplás pruebas tan modernas y difíciles como ordeñar una vaca o ponerle salsa a los fideos.
¿No somos re top?

1 comentario:

Unknown dijo...

Estimo que en la falta de progreso puede existir (nótese que intuyo posibilidad sin afirmarla) cierta simplicidad que daría mayor sabor a la vida. Dicho con palabras más justas: el equilibrio entre comodidad y desafío condimenta la existencia cual afrodisíaco metafísico.
(Y ya me volé!)
Cordialmente,
Yo.